martes, 13 de junio de 2006

Los oscuros secretos de las adaptaciones

Artículo rescatado del pasado y con la fecha ajustada a la de su publicación original.

En esta ocasión quiero abordar un tema difícil, con la intención de proponer explicaciones, y si la gente lo desea, de abrir un debate sobre el mismo. Este, va a ser un artículo largo, probablemente mucho más de lo que el lector o lectora quisiera, pero en honor a la verdad es la única forma que veo de abordarlo haciendo justicia a su complejidad.

El tema en cuestión es el de las adaptaciones. En un principio, las historias y los cuentos se contaban de padres a hijos, los contaban y cantaban los juglares, y se escribían en algunos casos. De seguro, un estudio sobre esto sacaría a relucir el mester de clerecía y el de juglaría en España, entre otras muchas raíces. Para entender mejor el concepto de la adaptación, es mejor entender en primer lugar la naturaleza de los géneros a adaptar.

1- Formas de contar una historia

En nuestros días, las historias se cuentan de muchas formas, y cada una de ellas, aunque la gente piense lo contrario, tiene unas características claras, que marcan su desarrollo.

1.1 - Libros

Los libros, son el estilo más libre de contar historias. En circunstancias normales, el autor tiene todo un cúmulo de páginas para expresar sus ideas y plantear la trama por la que el lector más tarde podrá viajar.

Los libros, por naturaleza son más pausados, como también lo es la actitud del lector medio. Dependiendo del escritor, suelen ser más o menos profundos, y ahondar en los pensamientos de sus protagonistas. Ya no solo se trata de desglosar las acciones de cada personaje de la obra, sino también de expresar todos los sentimientos desde los ojos del personaje en cuestión.

Un libro es algo muy personal. En circunstancias normales el escritor del libro es quien se expresa. Solo en ciertos casos las distribuidoras meten sus “zarpas” en el libro.

1.2 - Comic

Es más activo que el libro, dado que se mueve en imágenes. No soporta esa profundidad que un libro puede dar, puesto que en circunstancias normales, el lector de comic no soporta demasiadas letras en las páginas. Este factor, también depende del autor. En el caso, por ejemplo, del “Frank Miller's Sin City” el tema cambia. Este autor, entre otros, se ha atrevido a realizar un comic donde los personajes se expresan con gran profundidad, con grandes hilos de pensamiento.

Las viñetas sirven para expresar mejor la escena y la acción que se desarrolla. Dependiendo del caso, los comics pueden ser o no ser personales. Me explico: hay comics que sus autores llevan personalmente, pero otros simplemente están hechos por productoras y distribuidoras. Un caso de este estilo, es el de los comics Marvel, donde los autores cambian cada cierto tiempo, y un mismo personaje cambia de comic en comic, producido por el “toque personal” que cada autor refleja en la obra.

1.3 - Películas

Las películas son radicalmente distintas a los dos formatos anteriores. Normalmente, se rigen más por los gustos de los espectadores. Lo que lo hace más comercial. Tienden a no ser tan personales, si bien tienen un director que es quien mas decide.

Las películas son apuestas económicas. Un escritor, escribe un libro, e intenta que alguna distribuidora lo publique. Sin embargo, en el cine un director propone un proyecto en algunos casos, y dirige proyectos ajenos en otros, por lo que deja de ser algo tan personal.

La actitud del espectador de cine, es muy distinta al del lector, ya sea de comics o de libros. El espectador necesita fluidez, acción, y no soporta grandes diálogos.

Se puede hacer una película con diálogos largos y con mucha expresividad de pensamientos, pero en primer lugar, esto la hace más elitista y por lo tanto con menores beneficios. En segundo lugar, una película de muchos diálogos pierde movimiento o trama. Esto nos lleva al principal defecto del cine: su muy limitada duración. Salvo que alguien quiera hacer la apuesta de hacer una película de 4 horas, siendo muy pocos los casos, tienes un limite de unas 2 o 3 horas. Una película larga agobia al espectador, y hace que se lo piensen más a la hora de ir al cine.


Dividirlas en partes podría ser viable, pero pasa por hacer contratos grandes a sus actores, y por hacer una inversión económica gorda sin saber si aportará beneficios. Normalmente nadie se atreve a hacer eso. Si haces una inversión solo de una película, es decir, contratos cortos a los actores y equipo, te puedes encontrar con el problema de no poder hacer la siguiente parte por que alguno de los actores principales sea contratado para otra película distinta.

1.4 – Series

Este caso, es todavía más particular. Podrían catalogarse como “mini películas”. Se hacen muchas y suelen tener menor presupuesto y menor calidad visual que las películas contemporáneas a la misma.

Como gran ventaja, tenemos su duración, que permite desarrollar mucho más a los personajes, y las historias que les rodean.

El espectador también tiene una actitud más pausada el ver una serie, lo que le permite profundizar los diálogos y las cadenas de pensamiento de los personajes. Suelen ser más personales que el cine, pero también hay casos de series realizadas por productoras y con varios directores.

1.5 – Videojuegos

A más de uno le puede resultar curioso que introduzca un género como el de los videojuegos en este artículo. Pero, a cada día que pasa, la línea que diferencia el videojuego de una película se va debilitando.

En un principio, los videojuegos, eran sistemas con gráficos brillantes y escasos en colorido, con músicas orquestadas a pitidos, y con una trama mínima que nos justifique el manejo del personaje de  turno.

Hoy por hoy, las bandas sonoras de videojuegos las hacen gente que también trabaja en el cine, poniendo como ejemplo a Harry Gregson-Williams que ha realizado con gran maestría las bandas sonoras de muchas películas como pudieran ser “La roca” o la saga Shrek, pero que también he hecho sublimemente las bandas sonoras de los últimos juegos de la saga Metal Gear Solid.

Los gráficos se acercan a pasos agigantados a los de las series o películas, e incluso incorporan videos y voces de las mismas.

Y los guiones, en muchos casos superan a los de las películas y se acercan a los de los libros. La profundidad de los personajes queda más o menos equiparada a la de los comics, siendo obvio que también depende del videojuego en cuestión.

No se ven sometidos a problemas por duración, y dan menos problemas si quiere contarse la historia en varias partes.

2 – Tipos de series de comics, televisión o juegos.

Ahora vamos a entrar a catalogar, las historias por duración. Esto, afecta solo a los comics, series de televisión y videojuegos, dado que las películas son de duración limitada. Las series cambian mucho dependiendo de cómo su autor o autores encaren el proyecto.

2.1 – Desarrollo de tramas auatoconclusivas.

Algunas series nacen de una simple idea, y capitulo a capitulo se ha de desarrollar. Un caso curioso de este tipo es el de la serie de televisión “7 vidas”, donde la idea inicial era la de narrar las peripecias de una persona que salía del coma y se encontraba en un mundo que no conocía, pero el actor que hacia de este personaje se fue de la serie poco tiempo después. Esto hizo que los guionistas tuvieran que cambiar el planteamiento al completo.

2.2 – Serie de duración limitada

Otro tipo de serie distinta es la limitada, es decir, una historia contada en un número limitado de capítulos. Un ejemplo de series de este tipo es la serie de televisión “Babylon 5”, que estaba dividida en 5 temporadas y que no fue cancelada, sino que concluyo en la 5º como estaba pensado en un principio.

Viene a ser lo mismo que una película, pero al tener más tiempo de rodaje, puedes ahondar más en los personajes. El asunto de los contratos vuelve a surgir aquí. Si contratas a la gente por X episodios, gastas más dinero, y si lo haces por menos, se te pueden ir.

2.3 – Serie mixta

Hay un tercer tipo de series que son las mixtas, que combinan los dos tipos anteriores. Son series que cuentan una historia, pero que se ven sometidas a “capítulos de relleno” para que dure más.

2.4 – Problemas

Las series mixtas y las de trama autoconclusiva tienen un problema. Las productoras intentan que siga si aporta dinero, pero eso pasa por realizar guiones y más guiones con los mismos personajes.

Esta forma de encarar la situación tiene varios problemas. Si haces que tu personaje viva “infinitas” aventuras y penurias, acaba siendo ilógico que ese personaje resista eso. Un ejemplo de esto es Spiderman, que lleva vendiendo comics desde los años 60, y que ha sufrido todo tipo de aventuras y penurias. Con las series pasa algo parecido.

Otro problema curioso que observo en las series de este tipo, es cuando hacemos series sobre profesiones. Ya las hay sobre médicos, policías, bomberos, periodistas, detectives y varios tipos más. Pero si pensamos en ello, las profesiones suelen ser por su propia naturaleza rutinarias. Un bombero apaga fuegos, cada día en un edificio nuevo, pero tampoco tiene tantas anécdotas que contar como para hacer una serie.

2.4.1 - ¿Que solución aportan los guionistas?

La respuesta es sencilla. Al principio todo va bien, siempre se pueden meter artículos trascendentes para los periodistas, fuegos difíciles de apagar con los bomberos, o pacientes peculiares con los médicos. Pero no es normal que todos los días tengamos incendios fuertes o pacientes peculiares. Después pasamos por las minisagas, un pirómano que hace diabluras, una infección muy gorda para los médicos, un mafioso muy malo o un escándalo político para los periodistas…

2.4.2 - ¿Y cuando ya no se nos ocurre nada más que meter de donde tiramos?

Pocas opciones tenemos. La normal, que es la que todos los guionistas suelen usar es la de las relaciones personales entre los protagonistas. Ese método convierte todas las series de estos dos tipos en culebrones. A decir verdad es algo que afecta a casi todas las series de estos tipos.

Otra opción es leer el periódico. Los periódicos son geniales para conseguir guiones. La realidad supera en muchas ocasiones a la ficción, y siempre se encuentran cosas curiosas que meter en la serie. Esas cosas incluyen los temas de moda y las polémicas más comentadas.

2.5 – El porqué de unos tipos y otros.

Las series de duración limitada se ven sometidas al peor de los enemigos: los espectadores. Los espectadores solemos encariñarnos de los personajes que las protagonizan, y solemos demandar continuaciones una vez terminadas. Eso es un gran problema para las productoras. Ven un proyecto que les podría aportar beneficios dado que tiene demanda y el autor no quiere seguirla, por lo que pasamos a las presiones.

Esto ha llegado a ocurrir incluso en libros. Cuando Sir Arthur Conan Doyle decidió cargarse a Sherlock Holmes, entre otras cosas por que estaba hasta las mismísimas narices de su propia creación, la distribuidora y los lectores se le echaron encima. La cosa se desmadró hasta tal punto, que un editor le plantó por delante un cheque firmado al portador con la cantidad a pagar en blanco. Le dijo “rellene usted la cantidad y la cobrará a cambio de resucitarlo”. El “pobre” Arthur puso una cantidad altamente desorbitada para quitárselo de encima, quedando con los ojos como platos al ver que el editor le aceptaba la cantidad.

Nobuhiro Watsuki, creador de un comic llamado “Ruroni Kenshin”, afirmaba que él había diseñado la trama de su comic y que cuando esta acabara, no seguiría la historia. Las productoras han sacado series y continuaciones fuera de los comics para seguir chupando del bote.

Algo similar le ocurrió a Akira Toriyama con su “Dragon Ball”. Él decidió terminarlo tras el arco argumental de Boo, pero después salió una serie de televisión llamada “Dragon Ball GT (Grand Tour)” que no tenía nada que ver con él.

Incluso llega a ocurrir en el cine. Terminator 3 ha salido por que las productoras se han encabezonado. Para James Cameron, que creo el personaje a partir de un sueño febril suyo, la saga termina con la 2º película.

A Robert Zemeckis se le llegó a decir “Vamos a hacer Regreso al futuro 2 con o sin ti”. Bob decidió realizarla para evitar que se cargaran la saga. Es una tentación demasiado grande no sacar un producto que la gente demande, aunque se pierda calidad.

3 – Exportando formatos

Ahora llegamos al punto caliente de este interminable artículo. Cuando algo sale de un formato como por ejemplo un libro y entra en otro, como por ejemplo cine. Voy a comentar algunos de los casos.

3.1 – De Libro a Cine

Este, particularmente es uno de los casos más tristes. La gente pasa horas criticando cada adaptación de libro que sale sin comprender realmente el problema.

Recuerdo un caso algo particular, relacionado con la obra “Miguel Strogoff”, conocida Novela de Julio Verne. Según me comentaron, aunque admito que todavía no he leído dicho libro, en el libro Miguel no pierde la vista al ser quemado por una espada al rojo vivo. Según la explicación del libro, las lagrimas que vierte enfrían lo suficiente la espada como para salvarlo ¿Pero entonces, como rodamos esto en cine?

Ahí viene realmente el problema. Un libro, es más descriptivo que una película dado que puede definir las escenas desde varios puntos de vista, añadiendo lo que cada personaje piensa y los hechos en sí.

Un espectador de cine no tolera tantos datos, por lo que la historia adaptada pierde de base parte de su original descriptividad.

Después nos llega el caso del tiempo. Una película suele durar como mucho 3 horas y un libro no suele entrar bien en ese tiempo.

El único caso de libro bien adaptado que recuerdo es “Las crónicas de Narnia”, claro que en si mismo, el libro ocupa unas 350 páginas y con letras grandes. Eso permitió una adaptación sin cortar nada.

¿Como podemos pretender siquiera el pensar el adaptar decentemente alguno de los últimos libros de Harry Potter, que llegan a las 1000 páginas de letra normal?

Esto lleva a cortar trozos de la historia, haciendo que la trama se vuelva ilógica en ciertos aspectos. No es la primera vez que escucho la frase “este detalle solo lo entenderás si lees el libro”.

Una solución es dividir los libros en 2 películas. Pero pocos son los que están dispuestos a hacerlo. Anecdóticamente os puedo comentar, que a Peter Jackson le pidieron “hacer una película de los 3 libros de El señor de los anillos”. Obviamente, el bueno de Pit se negó en rotundo. Ahora, para medio entender la trama, hay que tragarse las tres películas de versión extendida, que se acercan a las 4 horas. Incluso los que conocen la trama solo por las películas se pierden cosas importantes como conocer a Tom Bombadil.

Y aun así, también escuché criticas de la gente quejándose de que “voy a ver una película y para enterarme del final tengo que tragarme dos más, esto es un timo”. El cine tiene que cambiar para que las cosas funcionen.

Otro problema es que el cine tiene barreras morales y éticas. No es lo mismo leer una escena violenta donde brazos y piernas vuelan, que rodarla y plantársela a la gente de forma visual. Las temáticas que a veces se tocan en los libros son demasiado polémicas como para que se atrevan a rodarlas, y si lo hacen, las censuran.
El cine es, de todos los géneros, el más consumista y comercial. Dado que es el que más dinero requiere para hacer algo. La gente no aporta dinero sin tener seguridad de tener entre manos un “taquillazo”.

Obviamente, el miedo a perder dinero hace que las historias y los eventos se “tuerzan un poco” para que sean más comerciales, es decir, para que gusten a más gente.

Otro gran problema es el hecho de que los personajes cambien al ser adaptados. Un libro es algo personal de quien lo escribe, por lo que al ser cogido por otra persona, el director o los guionistas, el personaje cambie a veces radicalmente. Eso explica el hecho de que Sherlock Holmes no se parezca en nada en los libros, a la patética imagen de él mismo que nos regalan Basil Rathbone, donde Sherlock Holmes es más un adivino que un detective, y el bueno de Watson pasa a ser un personaje gracioso y tonto. La única persona que sabe lo que haría cada personaje en cada situación es el autor.

Si vais al cine a ver una adaptación de libro, asumid lo que os espera, e intentad verla teniendo en cuenta estas dificultades, que son insalvables, al menos con el concepto de cine de hoy.

3.2 – De Comic a Cine

Prácticamente todos los fallos comentados en el apartado anterior los encontramos en este e incluso mayores. A ver quien me hace una película que nos cuente las aventuras de los X-Men, que llevan en la calle desde el 1963.

Otro problema inherente a los comics, es el caso de los superhéroes. Muchos de los personajes más admirados nacen a mediados del siglo pasado. Parece ser (nunca estuve allí para asegurarlo) que en aquellos días lo de ir en pijamas de colores chillones y con los calzoncillos por encima de los pantalones no estaba tan mal visto. Pero ¿a quien le dices tú ahora que haga eso delante de una cámara?

Christopher Reeve aceptó el reto y la película gustó mucho, pero está claro que sigue siendo raro. La solución que tenemos es cambiarle la ropa por goma u otro material similar (Batman).

En este género he podido presenciar una de las mejores adaptaciones que se han hecho, que es “Frank Miller's Sin City”.

El comic en si mismo ya era distinto, profundo y narrativo. Al pasarlo a cine han conseguido rozar en gran medida lo que el comic expresaba, si bien hay cosas que dejaron en el tintero por aquel asuntillo del tiempo.
Podemos también tocar el tema anteriormente mencionado de la ética. El Comic de Hellblazer de Delano y Ennis es otro ejemplo. Al hacer la película, han censurado el título y han hecho a su protagonista bastante menos “toca pelotas” que en los originales. También se suavizan las referencias religiosas. Otro caso similar es Punisher de Marvel Comics, cuyo protagonista también se vuelve más modosito en la película.

También podemos tocar algo el tema de torcer los argumentos para hacerlos más comerciales. En estos días, un ejemplo claro es el elegir a Hugh Jackman, un actor joven, alto y guapo, para hacer de Wolverine, un personaje mayor, bajito y no precisamente una belleza. Esto nos lleva a un Wolverine “mono” que nada tiene que ver con el de los comics.

3.3 – De videojuegos a cine

Otro caso similar a los anteriores. Si bien incluso este género se ve peor tratado. Las películas adaptadas de videojuegos se hacen orientadas a un público considerado “freaks raritos y tontos” y se considera que con meter algo de dinero al tema sacamos mucho en beneficios. Desgraciadamente es cierto. Hay películas que se sabía que iban a ser malas como DOOM, y sin embargo todos fuimos a verla, aunque solo sea por ver reflejada en la gran pantalla algo del juego.

Al no tomar en serio a los videojuegos, las licencias de rodaje se venden a cualquiera y da igual lo que salga. Es la única explicación de que el Ed Wood de los tiempos modernos, el “señor” Uwe Boll haya dirigido tantas pésimas adaptaciones de videojuegos.

A veces ocurre que a las compañías se les antoja hacer una película basada en un juego de moda. De estas, nació “Super Mario Bros” Antes de hablar sobre si la película es buena o mala, vamos a echar una ojeada al argumento. Es la historia de dos hermanos fontaneros que quedan atrapados en “el mundo de las setas”. La princesa de dicho mundo es capturada por el malo maloso de turno, llamado “Koopa” (nombre de una comida japonesa, por cierto) y nuestros dos heroicos hermanos, Mario y Luigi deciden rescatarla. Para ello, se comen unas setas que les hacen ser más grandes y fuertes o tocan las flores de fuego, que les permiten lanzar bolas de fuego. Si se encuentran enemigos, deben saltarles sobre la cabeza para aplastarlos o quemarlos con las bolitas de fuego.

Bien, ahora, reto a cualquier guionista que esté lo suficientemente aburrido como para leer esto, a que haga un guión aceptable sobre dicho argumento. Para coger nuestro mando de la NES es valido, pero ¿Lo es también para una película?

Parker Bennet, Terry Runte y Ed Solomon hicieron un guión donde los fontaneros en lugar de setas, iban al mundo de los dinosaurios (escenario del juego Super Mario World de SNES), Koopa pasa a ser un Denis Hooper convertido en dictador evolucionado de los dinosaurios. La princesa en lugar de Peach, se llama Daisy (nombre de la princesa a rescatar en Super Mario Land de GameBoy) y toad, el pequeño champiñón que ayuda a la princesa, pasa a ser un rockero frustrado. Sinceramente, la película no gustó a casi nadie, pero la verdad, no comprendo como se les ocurrió hacer una película de semejante videojuego.

Un amigo mió y yo bromeábamos sobre “Tetris, La película”. Tetris es un juego de puzzle sin historia, donde solo hay que colocar fichas para hacerlas desaparecer.

Hay videojuegos que son susceptibles de tener una buena adaptación al cine, como la saga Metal Gear y otros que no pueden ser adaptados.

3.4 – De series a cine

De base hemos de tener en cuenta, que por lo general no se hacen “adaptaciones” sino continuaciones de las series pero en películas. Aquí hay que hacer una distinción. Si la serie es de animación, remitir al apartado comic, dado que en muchos casos estará sometida a los mismos problemas. Si la película que hacemos de la serie de animación también es de animación, pues no habrá demasiados problemas.

Si la serie es de actores reales y de televisión, pues no hay demasiado problema en llevarla a cine. Tendremos un capitulo más largo y con mejores medios. Si hay peleas, estas tendrán coreografías mejor hechas, dado que hay mucho más tiempo para ensayarlas. Un ejemplo de este tipo es Serenity, la genial continuación de una gran serie llamada Firefly, que al contar con el mismo personal en ambos géneros, es decir, la serie y la película, da como resultado una genial adaptación.

3.5 – De cine a libro

Este caso es particular. Normalmente las adaptaciones en este sentido son escasas, y cuando se hacen obtenemos un libro poco profundo, salvo que el autor se tome un gran esfuerzo en profundizar con los personajes de la película. Suelen contener escenas que no aparecen en la película, dado que al escritor se le da todo el material que hay, incluyendo los guiones originales.

3.6 – De cine a comic

Prácticamente se aplica el apartado anterior dado que también depende un poco de la eficacia del autor. Los comics en cuestión suelen estar pensados para niños y tienden a ser menos “explícitos”

3.7 – De cine a videojuego

Este apartado es muy común de encontrar. Los videojuegos resultantes suelen ser mediocres y de acción. Siempre hay excepciones pero son pocas a decir verdad. Son licencias que se hacen con prisas para que coincidan con la película y punto. Casos extraño es el del juego Spiderman 2 para ps2, GC y Xbox, que fue un autentico éxito por su buen acabado.

3.8 – De libro/comic/videojuego a serie

Agrupo los tres géneros en un apartado por comodidad, dado que sus características son similares. Ciertamente es la adaptación más apetecible, al contar así con el tiempo necesario para profundizar y con la capacidad de hacerlo en mejores condiciones. El problema es que emitir una serie no aporta los beneficios de hacer una película taquillera, por lo tanto suele darse menos este caso.

Hay ejemplos geniales. Donde antes hablaba de una pésima adaptación de Sherlock Holmes a cine, os puedo hablar de una maravillosa adaptación realizada por Granada TV y protagonizada por el ya tristemente difunto Jeremy Brett, quien puede jactarse de haber sido el mejor Sherlock Holmes que ha habido en toda la historia. Las series y los comics pueden permitirse tener un tempo más lento que las películas, haciéndolas compatibles entre ellas y con los libros, que suelen tener un tempo más lento también.

3.9 – Otros

Dejo al lector meditar sobre el resto, evitando así alargar esto más de lo que ya lo es.

4 – Conclusión

Tras este interminable texto, podemos concluir que no es fácil adaptar las cosas de un género a otro. Normalmente los guionistas sudan tinta en el caso del cine dado que el cine, lo crea la gente o no, es el caso más limitado que existe. Personalmente, no me molestaría que se dividiera el libro en dos películas o tres si es necesario. O que se hiciera una serie de televisión sobre el libro. Pero señores, salgamos del mundo de rosas en el que creemos vivir y aceptemos la realidad. En el cine no se hacen las cosas por hacerlas bien, no es un arte en si mismo, sino que se hacen para aportar beneficios. Hacer un “Señor de los anillos” no es barato, y obviamente, si invertimos mucho, también queremos muchos beneficio, esa es la definición de “invertir”.

Si a la hora de ver y criticar una obra adaptada el lector de este artículo medita sobre todo esto, probablemente su opinión sea cuanto menos algo más favorable con los casos que no tienen remedio como el de Super Mario Bros y más implacable con casos de maltrato a la obra original como son Doom, House of the dead (Uwe Boll), Alone in the dark (otra vez Uwe Boll), Punisher, y muchos otros más casos que de seguro el lector podría añadir a esta lista.

Este artículo no descubre nada nuevo, pero espero que incite al lector a meditar sobre este tema y a comprender mejor las adaptaciones que lleguen a sus manos.

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